Siete olmedo®

HABLANDO EN VOZ ALTA
karina

Por: Lic. Jimena Sánchez Jiménez

En una ocasión, Arturo era el encargado de traer los materiales para jugar a hacer las galletas, cuando llego donde estaban todos los juguetes se distrajo y un segundo más tarde se decía: “¡Ay! ¿Qué iba a buscar?… algo para las galletas… ¿Dónde está la masa?  ¿Dónde está el mantel y los moldes? ¡Aquí están!… ¡Eso esi!”

¿Qué significa esto?

Los niños acostumbran a pensar en voz alta, o  expresar oralmente cada uno de sus pensamientos. Esto se conoce como “habla privada” o “soliloquios” y es una práctica esencial para el desarrollo del pensamiento.  La necesidad de hablar en voz alta consigo mismo nunca desaparece, solo se internaliza, pero es en aquellos momentos en los que toca resolver actividades demandantes o poco familiares en los  que se externaliza.

Hablar en voz alta ayuda a ordenar el pensamiento, tomar decisiones o afirmarlas; al escuchar con más claridad las alternativas posibles y se puede llegar a una solución. También es una manera para alentarse a hacer cosas que tal vez no se tienen muchas ganas de hacer, pero que son necesarias. Otro beneficio de mantener soliloquios es, que pueden usarse para felicitarse a uno mismo al ser consciente del proceso que se siguió para alcanzar el éxito. Y por último, al establecer un objetivo y hacer un plan, decirlo en voz alta promueve la concentración, reforzar el mensaje, controlar las emociones y eliminar las distracciones.