Por: Lic. Julia Obregón Olea
El tema del control de esfínteres muy recurrente entre las mamás. Surgen muchas dudas al respecto y la principal es cuándo iniciar.
En algunas familias hay una urgencia por quitar el pañal, esto surge generalmente al compararlo con otros niños de la misma edad que lo están dejando o ya pasaron por dicho proceso. Por mucho que queramos y que insistamos, hasta que el niño no esté listo no será posible que controle los esfínteres. Cuando se retira el pañal antes de tiempo, se produce el efecto contrario y puede tardar más o complicar la situación.
Algunos padres lo hacen por intuición o por lo que les cuentan los familiares y amigos. La mejor manera de saber cuándo iniciar es estar informados y estar alerta a las señales.
El proceso de “convertirse en niño grande” generalmente se logra entre los 2 y los 3 años para el control de esfínteres diurno y entre los 3 y 4 para el nocturno, pero lo cierto es que cada niño tiene un ritmo diferente y se debe de respetar.
Existen 4 etapas claves de inicio y fin del proceso:
- Orina y defeca en el pañal sin ningún tipo de interés al respecto.
- Identifica que ya está sucios y avisa. Se recomienda felicitar o agradecer que avisó y organizar juntos las cosas necesarias para involucrarlo en el momento de cambiarlo.
- Avisa mientras está haciendo pipi o popo.
- Reconoce la necesidad de evacuar y avisa antes de hacerlo, logra esperar.
¿Cuáles son los prerrequisitos para iniciar?
- Tener habilidad para bajar y subirse el pantalón.
- Saber saltar en dos pies y bajar los escalones sin ayuda.
- Girar, subir, bajar, agacharse, etc.
- Amanecer seco después de la siesta.
- Mostrar ganas de ser mayor, querer hacer cosas sin ayuda.
- Encontrarse emocionalmente estable.
- Permanecer sentado de 2 a 3 minutos al escuchar un cuento.
- Seguir instrucciones sencillas.
- Distinguir partes del cuerpo.
- Tener equilibrio suficiente para sentarse y levantarse solo de la bacinica.
- Mostrar incomodidad con los pañales, quitárselos, preferir estar sin ellos.
- Interés por vaciar o verter líquidos al momento de jugar.
¿Qué hacer en el proceso?
Una vez cumplidos los prerrequisitos es posible iniciar el control diurno:
- Presentarle la bacinica y explicar para que sirve.
- Permitir que vea cuando papá o mamá van al baño.
- Jugar a sentar un muñeco y esperar a que “haga”, terminar la secuencia lavándole las manos.
- Jugar con él a ir al baño, sentarse en el escusado y el niño en la bacinica.
- Leerle un cuento corto de dejar el pañal o aprender a ir al baño mientras se encuentra sentado en la bacinica.
- Cambiar el pañal por calzón entrenador.
- Si conoces los horarios en los que generalmente el niño evacúa, esto va a ayudar para invitarlo a esas horas.
- Si no identificas o no cuenta con un horario usual, invitarlo cada hora del día (probando durante una semana) a la bacinica y que se siente por unos minutos.
- Llevar un registro o una bitácora de las horas a las que evacúa.
- Revisar las señales que manifiesta cuando quiere ir al baño, por ejemplo aislarse, encogerse, ponerse rojo, y en ese momento, de manera muy discreta, invitarlo.
- Aumentar el intervalo de tiempo para invitarlo considerando la información de la bitácora.
- Utilizar ropa cómoda que le sea fácil de quitar
- Felicitar al niño, sin exagerar, cuando logra hacer pipí o popó en la bacinica.
- Al presentarse accidentes decir frases como, “Uy estuvo cerca, otro día llegaremos hasta el baño”.
- “Jugar” a soltar y retener el pipí cuando vaya al baño con el objetivo de que adquiera el control.
- Darle los líquidos en la comida y no la cena, por ejemplo: una sopa.
- Incluir en la rutina de ir a dormir, el pasar al baño antes de ir a la cama.
- Una vez retirado el pañal, llevar ropa extra al salir de casa, 2 cambios.
Cuando se haya conseguido el control de esfínteres diurno y el pañal esté seco durante una o dos semanas seguidas es momento de retirarlo por la noche.
¿Qué evitar durante el proceso?
- Regañarlo cuando tenga accidentes
- Evidenciarlos, ridiculizarlos o etiquetarlos (eres un meón, bebé, etc.)
- Compararlos con otros niños
- Obligarlos a usar la bacinica o escusado
- Expresar desagrado al ver el popó
- Presionarlo
- Hablar frente al niño de los accidentes que ha tenido
- Utilizar agresión o castigos, esto deteriora la relación con el adulto y genera angustia
- Usar expresiones como «córrele antes de que te gane»
Sí se logra este aprendizaje hay que tener en cuenta que suelen ocurrir pérdidas temporales que no significan que hay que volver a los pañales, sino que hay que acompañar al niño y darle seguridad comenta el Dr. Adolfo Marcelo Santa María
(Pediatra del Centro Médico Lomas de Zamora)
Tomemos conciencia de que el control de esfínteres (visto desde la perspectiva del niño) es un evento que brinda una sensación de control sobre su cuerpo, aumenta la autonomía y su autoestima.
En este proceso tan natural de control de esfínteres es necesario un ambiente de amor, respeto, paciencia y CONSTANCIA.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
GUIA DE CONTROL DE ESFINTERES, Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León. Este, 2005
Articulo. Control de esfínteres: ¿cuál es el momento para comenzar? Adolfo Marcelo Santa María