Por: Lic. Nabile Gutiérrez Ruiz

Hoy en día cada vez que los niños tienen un comportamiento no esperado se escucha frecuentemente la frase “los niños de ahora”. Al dar pláticas de capacitación a los padres, me he encontrado con preguntas como ¿Qué hago para que mi hijo no me pegue?, ¿Y sino quiere comer lo que preparé? “Nunca quiere salirse de la fiesta y nos tenemos que quedar más tiempo”, “se enoja cada vez que le apago la tele por eso lo dejo verla más tiempo”.  Pero ¿Qué pasa con los padres de ahora?

Estamos en una época en donde los niños le enseñan a los adultos a utilizar sus aparatos electrónicos, ellos deciden qué usar, dónde ir, qué comer, qué hacer. Hay cambios en las familias donde existen los divorcios o donde ambos padres trabajan para poder sustentar a su familia.  Las implicaciones que esto trae es el sentimiento de culpa por parte de los padres, donde hay una tendencia a tratar a sus hijos como un igual, por querer compensar la ausencia y evitar cualquier conflicto.  De esta manera se anula la relación de autoridad, la que establece las reglas claras, coherentes y constantes.

Los problemas que pueden aparecer en los niños cuando las relaciones padre-hijo están basada en la culpa, miedo, ansiedad son:

• Problemas de atención en la escuela y vida diaria

• Personalidad ansiosa por falta se seguridad en sí mismo

• Sentimiento de incompetencia

• Pobre análisis que lo lleve hacia la autoregulación

• Exceso de miedos

• Dependencia o demasiada independencia de un adulto

• Pensamiento egocentrista- donde sólo busque su interés

• Poco tolerantes a la demora, presentan impaciencia cuando se trata de esperar

En casa, los padres pueden hacer mucho por dar seguridad y acompañar a sus hijos con guías firmes.  Marie Claude explica que la disciplina basada en el respeto organiza las directrices interiores  y sociales de los niños, que les ayuda a adaptarse al mundo que les espera.

Para tener esta adaptación, es necesario estimular habilidades y aplicar ciertas estrategias:

• Las habilidades bases para la autoregulación son la tolerancia a la demora y tolerancia a la frustración. En donde el menor debe de saber esperar para aplazar lo que desea hacer por lo que tiene que hacer en ese momento (pudiendo manejar esa frustración teniendo un autocontrol). Para esto se puede dejar claro en qué momento podrá hacer eso que tanto desea.

• Evita dar explicación de tus ordenes. Recuerda que una regla solo se acata, no necesita ser explicada. Evalúa las situaciones o eventos en los que si le puedes explicar.

• A la mayoría de los niños e incluso adultos les gusta ganar, cuando no ganan pueden enojarse y hacer berrinche. ¿qué pasaría si tu hijo siendo un adulto no ganó un proyecto de trabajo? ¿cómo quieres que sea su reacción? Eso se lo puedes enseñar desde ahora.

• Se claro y congruente con los mensajes que le estás dando. Te invito a que observes sus conductas (positivas y negativas) y piensa qué estás haciendo tú para contribuir con ello.

• Ayuda a tu hijo a ser consciente que él también tiene una parte de la responsabilidad dentro de la interacción/comunicación (dentro de la sociedad). Puede contribuir con algo sin importar su edad. Delégale responsabilidades en tu casa de acuerdo a su edad que tengan aportación con todos en la familia.

Un niño preescolar puede hacer el agua de sabor para todos un viernes, un niño pequeño podría poner las cucharas de los integrantes para comer. No hay pretextos, puedes encontrar algo que pueda hacer tu hijo. Esto también le dará sentimiento de capacidad.

No tengas miedo a equivocarte, no hay un manual de padres. Prueba experimenta, pregunta, investiga, atrévete.

Bibliografía:

“Me duele la escuela. Resuelva los problemas escolares con los afectos”. Marie-Claude Béliveau, Ed. Quarzo, 2010

“De la culpa a la calma”. Ángela Marulanda. Ed. Colombia,  2011.