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ESTRATEGIAS PARA DISMINUIR LAS ÓRDENES QUE DAS A TUS HIJOS
Lic. Claudia Rosas

Por: Lic. Claudia Rosas

A menudo por las rutinas del día a día, las prisas, el perfeccionismo, la pereza o simplemente la costumbre; damos a los niños ordenes excesivas, instrucciones innecesarias o imponemos comportamientos sin dar información o permitir que el menor obtenga información del ambiente, para conocer la razón por la que debe actuar de determinada manera. Sin darnos cuenta, que al hacer todo esto estamos privando a nuestros niños de valiosas experiencias que enriquecerán habilidades del pensamiento, activando procesos cognitivos indispensables para elevar su desempeño y auto concepto.

Recordemos que cada niño es diferente y cada uno cuenta con su propia manera de afrontar el mundo, cada uno encuentra sus propios recursos para resolver las situaciones que se le presentan. Así que cada vez que decimos qué es lo que tiene que hacer, también estamos limitando su creatividad y la confianza de que él puede resolver por si mismo.

Si se dan órdenes todo el tiempo se crea un niño ejecutor, seguidor de instrucciones. Un niño al que se le permite pensar, reflexionar, generalmente confía en si mismo, piensa que sabe o que tiene algo que aportar y contribuir.

Ahora te preguntarás ¿Cómo puedo hacer para desarrollar los procesos cognitivos de mi hijo? La clave está en la mediación cognitiva.

La mediación consiste en interponerse entre el estimulo y el sujeto para regular, organizar y brindar estrategias para la solución de problemas o conflictos. Es decir, nosotros tenemos que fungir como un intermediario que vincule al niño con el estimulo para poder interpretarlo, hacerlo comprensible, vivir en compañía una experiencia, procurando que el menor comprenda el motivo de las acciones o afirmaciones. De esta manera el establecerá conexiones, comprenderá causa y efecto, descubrirá el significado de las acciones.

Una de las principales diferencias entre la mediación y las órdenes, es que las órdenes se dirigen a lo inmediato, lo que priva de experiencias al menor. La mediación al darle sentido a lo que se hace, logra trascender más allá de la necesidad inmediata, convirtiéndose en una experiencia. Lo cual pone al niño en un rol activo, donde el encontrará por sí mismo significados que serán parte de su repertorio de experiencias, al cual él podrá recurrir cada que necesite resolver alguna situación.

A continuación se enlistan diferentes estrategias para mediar de manera significativa y generar experiencias enriquecedoras en nuestros niños.

  • Considerar como una oportunidad para aprender nuevas habilidades cada dificultad a la que se encuentra el menor. Es decir, reprimir el primer impulso de intervenir y resolver el problema.
  • Describir la situación que se esta presentando, haciendo enfásis en los elementos que el niño necesita tomar en cuenta para resolver determinada situación.

Ejemplo:

El niño tiene que llevar sus platos a la mesa. “Veo que ya terminaste de comer y los platos siguen en la mesa”

El menor tendrá que relacionar los elementos que la madre esta mencionando y actuar con base en estos.

  • Hacer comentarios absurdos, es decir, que sean acordes con la situación que se presenta. Dar opciones para resolver, en las cuales estén mezcladas absurdas con una que sí sea acorde a la situación.

Ejemplo:

Esta el cuaderno del niño en el piso y lo tiene que levantar. “Que bonito tapete me encontré”

¿Que vas a hacer con tu cuaderno: tirarlo por la ventana o meterlo en tu mochila?

  • Emitir comentarios o expresiones que enfaticen elementos importantes o claves que el menor necesita tomar en cuenta.

Ejemplo:

El niño tiene que recoger sus juguetes y no sabe donde ponerlos. “Wow  cuantos juguetes, que bueno que hay canastas chicas y grandes”

  • Utilizar nuestro lenguaje no verbal, es decir, miradas, gestos, señas, sonidos, etc. Con estos elementos lo que buscamos es enfatizar en elementos o situaciones que son relevantes.

Ejemplo:

El niño esta comiendo en la sala. “Mama hace gesto de disgusto y mira hacia el lugar donde espera que el niño este”

  • Brindar al niño información acerca de lo que se espera de el ante determinada situación, o qué es lo que hacen en el lugar al que asistirán, cuál es el propósito de lo que realizarán, etc. Esta información le ayudará a anticipar y poder tener herramientas para elegir por si mismo qué acciones llevará a cabo.
  • Llevar al menor a la reflexión de la situación que se le presenta o las acciones que va a realizar. Esto puede ser mediante preguntas que lo lleven a pensar, compartiendo experiencias similares donde se comparta lo que pensó en ese momento, analizar la situación, evaluar la mejor opción, etc.
  • Modelar al menor las acciones que necesita llevar a cabo ante determinada situación. De esta manera el niño conocerá cómo se actúa ante diferentes situaciones.

La mejor herencia que podemos dejarle a nuestros niños es la capacidad de salir delante de cualquier situación, la certeza de saber encontrar los recursos necesarios para superar diferentes condiciones y la creatividad para inventar soluciones.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

  • Laniado, N. (2007). Cómo estimular día a día la inteligencia de tu hijo. Ediciones Obelisco. Barcelona.
  • Olmedo, L. (2015). De los sonidos al diálogo. Una guía para estimular el lenguaje de los niños. México, DF.
  • Laniado, N. (2005). Cómo despertar la inteligencia de tus hijos. Ediciones Paidós. Barcelona.