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ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE EN EL AULA PREESCOLAR
Mtra. Ligia Olmedo Santillana

Por: Mtra. Ligia Olmedo

El desarrollo lingüístico inicia antes de que el niño pueda pronunciar palabras, es por esto que desde el nacimiento es necesario dar estimulación adecuada. Esta estimulación inicia en casa y continua en la guardería y/o en el jardín de niños.

La adquisición de habilidades lingüísticas a nivel expresivo y receptivo son claves para el éxito escolar ya que el niño requiere la comunicación con pares y de esta capacidad dependerá el desarrollo social.

En etapas tempranas hay que tomar en cuenta que existen periodos sensibles para el desarrollo y adquisición de ciertas habilidades, estos periodos son  ventanas de tiempo en donde el cerebro del niño(a) tiene mas receptividad a estímulos del ambiente y en un momento básico para el aprendizaje y desarrollo.

El periodo sensible “implica también un período de alta vulnerabilidad en el cual si el niño(a) no recibe estimulación adecuada, el logro de habilidades y capacidades se compromete de manera significativa” (Chile crece contigo, 2012).

Los períodos sensibles para la mayor parte de las habilidades esenciales para el aprendizaje y desarrollo del niño(a) se encuentran concentrados desde la gestación hasta los primeros 4 años de vida (Shonko , J. y Phillips, D, 2000).

La estimulación que pueda darse en las primeras etapas podrá generar un desarrollo del lenguaje adecuado, este permitirá al menor un desarrollo social con el que pueda establecer interacción con pares y tener amistad, adquirir la lectura y escritura, adquirir un lenguaje matemático, resolver situaciones verbalmente, y sobre todo perfeccionar sus habilidades lingüísticas en un futuro convirtiéndose en un buen conversador.

El aula es un excelente ambiente para afianzar y fortalecer habilidades lingüísticas pues se cuenta con los niños y con experiencias comunicativas surgiendo constantemente.

En el colegio dentro de los espacios de interacción el docente puede mejorar el lenguaje de sus alumnos:

  • Promoviendo el contacto visual de manera constante (ya sea bajando al nivel del niño – cara a cara –  o manejando objetos cerca de la cara para que rescate mas información de gestos y mirada).
  • Generando la imitación de secuencias de acciones (en canciones, juegos de imitar, dinámicas de seguir al docente o al compañero).
  • Incrementando la oportunidad de imitación verbal, esta va desde palabras sueltas hasta oraciones complejas (tomar en cuenta el nivel de lenguaje del niño y modelar oraciones constantemente). Es importante tomar en cuenta el nivel en el que el menor se comunica y siempre estimular en el nivel siguiente, por ejemplo: si el menor se encuentra en un nivel Prelingüístico, se debe estimular en el nivel de Una palabra o si se encuentra en Oraciones Simples se le debe llevar a Oraciones complejas.
  • Tomando en cuenta cualquier intento de comunicación, recordando que las conductas comunican y que debe tomarse en cuenta la acción (modelando palabras en lugar de estas).
  • Practicando preguntas desde sencillas (Quién, Dónde, Qué hace) hasta complejas (Cómo, Para qué, Porqué, Cuándo, etc.); es necesario tomar en cuenta el nivel de pensamiento para dar un reto cognitivo acorde.
  • Utilizando instrucciones de 1 paso por año de edad, es decir, un niño de 4 años podrá retener y ejecutar una instrucción de 4 pasos, por ejemplo: Ve a tu mesa, toma la masa, guárdala en el bote y tráela (en un inicio el niño requiere que todos los elementos estén presentes y poco a poco puede retener información que no esta a la vista).
  • Usando juegos que  propicien la interacción verbal pues de lo que se trata no es solo de imitar si no de tener la necesidad de comunicarse verbalmente. El uso de juegos de mesa, juegos de roles, cuentos y canciones es benéfico pues dan diversión, convivencia y organizar las ideas al mismo tiempo que provocan el uso de habilidades lingüísticas.

Hago una aclaración en cuanto a la estimulación del lenguaje; el ser humano requiere de imitar para sobrevivir, hablando de la adquisición del lenguaje también es necesaria la habilidad. Es por esto que necesitamos que el niño imite y no siga una instrucción como “di”, “dile” o “dime” y mucho menos un reto como “dilo bien”, “no te entiendo…¿Cómo se dice?” que puede inhibir la imitación y uso espontáneo del lenguaje. El adulto (como modelo lingüístico) entonces puede utilizar una entonación amigable (que mande el mensaje de “sígueme”, “dilo como yo”) para animar al niño a imitar estructuras lingüísticas cada vez más complejas.

Hay que evitar evidenciar las fallas del niño y solo si es recomendado por un terapeuta retar en cuanto a utilizar adecuadamente el lenguaje.

La comunicación verbal debe disfrutarse y vivirse como parte de la interacción con otros. Las experiencias lingüísticas gratas y llenas de éxito para el niño son las que incrementan el uso de palabras, la búsqueda de significados, la aplicación de preguntas o elaboración de las mismas; expresarse y lograr comunicar estados de ánimo, planes e ideas da como resultado niños más felices y con mayor autoestima (pues obtienen un sentimiento de capacidad al lograr manifestar en palabras lo que su mente crea en ideas).

“La estimulación del lenguaje se basa en la selección de experiencias lingüísticas que enriquecen la mente, la interacción y el contacto con los otros ”.

 

BIBLIOGRFÍA CONSULTADA:

Shonko , Jack P. (Editor); Phillips, Deborah A. (Editor). (2000). Committee on Integrating the Science of Early Childhood Development. From Neurons to Neighborhoods: The Science of Early Childhood Development. Washington DC: National Academy Press.

Gobierno de Chile (2012) Chile crece contigo. Orientaciones técnicas para las modalidades de apoyo al desarrollo infantil: Guía para los equipos locales.