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EL ORDEN Y LA RUTINA DURANTE PERIODOS VACACIONALES
Lic. Valeria Corona Chaires

Por: Lic. Valeria Gabriela Corona Chaires 

Comienzan las vacaciones y los niños requieren tiempo para descansar y tener interacción social con padres y adultos. Sin embargo es común observar que al regreso de las vacaciones, hay un retroceso en el orden, la rutina y los hábitos que durante el período escolar se trabajaron de manera importante. Esto tiene como consecuencia en primera instancia, un conflicto interno en los niños que puede generar angustia, ansiedad, o irritabilidad, el no poder avanzar conforme a lo planeado y un desajuste que impacta en el funcionamiento del aula en general. 

¿Se puede hacer algo como docente para lograr la continuidad del trabajo de  habilidades trabajadas durante el período escolar?  

La finalidad de una rutina es garantizar el equilibrio entre actividades y descanso, entre actividad física y mental y entre actividades sociales y de convivencia. 

La manera en que estructuramos el tiempo y el espacio es más importante de lo que creemos. La forma en que los padres realicen esto es importante ya que el hogar es el entorno más inmediato del niño y a través de las actividades que realiza en él, de los objetos que manipula y de las personas con las que convive, el niño ordena su mente, construyendo de esta forma un entorno estructurado y predecible. 

Es por eso que como docentes, podemos participar y proporcionar a los padres una guía para lograr lo que anteriormente mencionamos. 

Establecer un horario es imprescindible al momento de educar, cuando las actividades se repiten día tras día y tienen continuidad, los niños entienden que hay una secuencia lógica que les permite anticipar que es lo que va a suceder y así prepararse para realizar los cambios pertinentes en cada actividad. Es por eso que cuando no hay un horario fijo, y los niños no pueden anticipar que es lo que va a suceder, es común que surjan conflictos, ya que los niños dependen de la actitud cambiante de los guías y no de una estructura clara a la cual habituarse. Si las rutinas son algo habitual en su vida, surgen menos dificultades.  

A continuación se presentan una serie de recomendaciones para plantear a los padres de familia con el propósito de fomentar el orden en los hábitos y rutinas:  

  • Establecer un programa de actividades diarias. Es ideal que padres y niños lo realicen juntos para que sea atractivo para ellos. 
  • Colocar el programa de actividades en un lugar y a una altura accesible, de esta manera será más fácil consultarlo cuando sea necesario. 
  • Delimitar un horario y tiempo límite para la realización de cada actividad. 
  • Es útil asignar colores para actividades diferentes (de juego, trabajo, ocio). 
  • Planear con tiempo cada una de las actividades conforme se vayan presentando, Ejemplo: Hacer listas de materiales necesarios, preparar la maleta para actividades de deporte, etc. 
  • Clasificar los objetos de uso común con el objetivo de que pueda encontrar con facilidad lo que necesite. (Libros, materiales, juguetes, etc.). 
  • Utilizar algún sistema de alarmas para determinar cuándo inicia y termina cada actividad. 
  • Establecer un sistema de consecuencias o reforzadores positivos, (según sea el caso). 
  • Procurar que las actividades sean acorde al nivel de desempeño del niño, teniendo así oportunidad de tocar el éxito y reforzar su autoestima. 
  • Utilizar la estrategia de felicitación específica; que consiste en elogiar la acción realizada de manera específica. Ejemplo: “Veo que guardaste todo lo que utilizaste tu solo y en poco tiempo, ¡muy bien!” 

Es importante considerar que como guías de desarrollo infantil debemos buscar caminos para impactar en los diferentes ambientes de nuestros niños, sólo así será posible la transferencia de habilidades que les permitirán ser funcionales de manera integral en sus vidas. 

 


BIBLIOGRAFÍA 

Fundación CADAH 

https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/la-necesidad-de-habitos-y-rutinas-en-ninos-hiperactivos.html