Por: Nabile Gutiérrez Ruiz

Tomar la decisión de medicar a tu hijo es una tarea difícil, es el comienzo de un nuevo proceso del que se debe estar atentos al inicio, durante y al final del desarrollo. El objetivo de este artículo es contribuir a que los padres cuenten con una herramienta que aporte información importante para que el médico especialista logre identificar con mayor precisión la dosis del medicamento, pueda realizar ajustes o hacer cambios durante el proceso farmacéutico para optimizar tiempos y beneficios del tratamiento.

Tener una red de apoyo y mantener una comunicación entre los especialistas (terapeutas de lenguaje y aprendizaje, maestros, psicólogos y médico) que están a cargo de tu hijo es un buen recurso para cuidar todas las áreas del desarrollo. La siguiente guía de observación es para niños de 2 a 5 años de edad que estén bajo un tratamiento farmacéutico para problemas de atención, concentración, niños con TDAH o los que se encuentren dentro del espectro autista.  Podrá ser respondida por las personas que tú creas conveniente.

Al inicio del proceso tu hijo puede presentar o no estas conductas, las que se proponen fueron recopiladas y observadas por algunas mamás con hijos medicados, las cuales llevaron un registro de cada una, refiriendo que les fue de gran ayuda. Puede ser que tu hijo presente una conducta que no esté dentro de la guía de observación, para tal caso puedes reportarla de la misma manera y hacérselo saber a tu médico.

Se recomienda que lo contesten los padres diariamente el primer mes del tratamiento y posteriormente cada semana, pueden platicar con los terapeutas y si es posible que ellos también lo llenen cada vez que ven al menor.  Puedes imprimir todos lo que necesites, si no tienes la hoja de observación cerca de ti puedes usar las notas de tu celular o cualquier otro recurso para anotar algún detalle que crees relevante que el médico necesita saber. El objetivo es tener la información a la mano para poderla proporcionar al médico.

De esta forma podrán ver los avances de su hijo de manera cuantitativa, además de tener un panorama claro y concreto de las conductas que presenta tu hijo para poder darle esta información al médico especialista.

“No es una decisión fácil y nos da miedo por toda la información que tenemos al alcance. Habrá que considerar que debemos estar muy alerta de los cambios que el medicamento genere y evaluar los beneficios contra cualquier desventaja que pudiera presentarse”  Mamá de un niño bajo un tratamiento de medicación.