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EL ROL DEL MONITOR ESCOLAR
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MaestrosDic12

Por: Lic. Julia Obregón Olea

Con el fin de describir cual es la función de un monitor o shadow en la escuela regular creo que será muy útil tomar en cuenta dos posturas:

Responder a algunas de las preguntas más frecuentes que surgen en los maestros o guías escolares al escuchar hablar por primera vez sobre este tema; así como compartir experiencias con las docentes  que han vivido este manejo.

¿Cuál es su función?, ¿Qué formación debe de tener?, ¿Suple el trabajo de la maestra titular? ¿Está acompañando al niño todo el día?, ¿Es un apoyo permanente? ¿Lo vuelve dependiente?

La monitora, también llamada shadow o sombra, es la persona encargada de acompañar directamente al estudiante con necesidades educativas especiales durante su proceso educativo, dentro del ambiente escolar.

“Es muy importante ya que es el vínculo directo entre el niño y la guía” Ana C. guía en taller Montessori (primaria).

Algunas de sus funciones son: motivar al niño a interactuar con sus compañeros, así como a participar en la clase y en actividades escolares. Le ayuda a mantenerse atento y concentrado en la actividad que toca en ese momento.

Participa en hacer adecuaciones curriculares, si el niño así lo requiere. Estas se refieren a modificaciones en los contenidos o en el acceso a la información, por ejemplo: el apoyo en medios alternos de comunicación como braille, lengua de señas o un tablero de comunicación.

Una de las entrevistadas comenta que su alumno: “Mantiene un ritmo constante de trabajo, las adecuaciones le ayudan a tener sensación de logro“.

Se encarga también de acompañarlo para enfrentar distintas situaciones sociales que se pudieran presentar dentro del contexto escolar. Es aquí donde entra la mediación por parte del monitor para que el niño pueda resolver problemas.

Llevarlo a que poco a poco pida ayuda cuando la necesita, evitando resolver por él,  para fomentar que genere o busque respuestas. “Es un gran apoyo, pues aparte de reforzar lo que el niño necesita nos muestra a nosotros como acercarnos y trabajar con el niño”, guía en comunidad Montessori

La monitora debe de estar preparada y capacitada para llevar a cabo las funciones mencionadas. Lo ideal es que tenga estudios o esté cursando clases relacionadas con el desarrollo de los niños como: psicología, comunicación humana, pedagogía, educación especial, por mencionar algunas, además de tener conocimientos acerca de las distintas discapacidades o necesidades especiales y cómo tratarlas. Dichos estudios son solo la base ya que es necesario recibir constante capacitación, especialmente sobre las características específicas del niño al que se acompaña.

Por lo que es fundamental que la persona cuente con ciertas habilidades que le permitan desarrollarse mejor en su trabajo, considero la observación la más importante entre estas ya que le ayudará a conocerlo y tener claro cuales son realmente las fortalezas y áreas de oportunidad, así como intereses y motivaciones.

El apoyo brindado por parte de la shadow incluye una planeación general de actividades y rutinas que le permitirán al estudiante obtener la independencia en el ambiente escolar lo más pronto posible.

Una de las maestras entrevistadas opina que para ella la función de las monitoras es: “Acompañar y guiar al alumno en un inicio hasta lograr que no las necesiten”.

Como se menciona anteriormente, el trabajo de la monitora es específicamente con un chico, pero este es un apoyo extra el cual no suple al trabajo de la maestra titular. Es imperante que los roles estén claros y bien definidos para no caer en malentendidos o generar confusión en el estudiante.

Lo que pensaron algunas de las entrevistadas cuando llegó por primera vez la monitora  a su ambiente escolar fue: “Ojala tenga la disposición para el trabajo colaborativo…y así sucedió, después de un proceso”, Carmen S., guía Montessori.

“Me parece maravilloso, sin embargo creo que algunas guías/maestras dejan todo en manos de ellas”, guía Montessori.

La shadow guiará al chico en su desarrollo, pero el proceso debe ser gradual, el propósito NO es que dependa de esta persona.

“El niño ha logrado alcanzar las metas trazadas y puede trabajar en ocasiones de manera independiente”,  guía Montessori.

Lo ideal es que la ayuda se vaya retirando poco a poco. Por ejemplo: se puede iniciar el ciclo asistiendo toda la jornada, al ver cambios positivos asistir solo unas horas cada día, comenzar a alejarse físicamente del chico y monitorear desde el otro extremo del aula, hasta que el niño está listo para ser monitoreado menos días en la semana y retirar el acompañamiento completamente.

Se agradece en especial al personal del Colegio Montessori de la Ciudad de México  escuela regular, que integra e incluye a niños con necesidades educativas especiales, docentes que amablemente aceptaron participar compartiendo sus experiencias trabajando con monitores.

“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia”,  María Montessori.